Recientemente hablamos de la muerte, factor inminente de todo ser humano, pero hay otro factor que no todo ser humano comparte, pero al menos aquellos que llamamos productivos y que se encuentran entre la edad de 20 a 60 años y que no cuenta con una herencia millonaria ni una pareja o familia que lo mantenga:
El trabajo.
De lunes a viernes, los fines de semana, jornadas de 8 horas, de 12 horas, medio tiempo, turno matutino o vespertino, cerca de casa o de largos trayectos, etc, como a cada uno le aplique y goce de un trabajo o empleo, entenderá a lo que me refiero y de igual manera vivirá la experiencia de todo empleado: EL JEFE.
Aquella persona a la que reportaremos nuestras actividades, talvez quien nos contrato, talvez asignado después, todos tenemos un jefe, incluso los mismos jefes cuentan un otro jefe (llamado en lenguaje oficinista: "el jefe de mi jefe").
Y lo curioso de los jefes, es que son como la familia, uno no los escoge, pero a diferencia de la familia, a este si tenemos que soportarlo, por el simple hecho de que sin el no tendremos paga ni aspiraciones a crecer en nuestro empleo.
Dependiendo del trabajo podrá tenerse relación directa, o solo verse en juntas o por periodos, así como cabe la posibilidad de tenerlo a unos cuantos pasos de nosotros todo el día, dando indicaciones y supervisando todo lo que hacemos.
Así mismo cabe la remota posibilidad de contar con un jefe que hasta llegamos a estimar pero si eres del 99% restante tengo una película para ti: Quiero matar a mi jefe.
Simple premisa que explota el pensamiento de millones de personas en sus jornadas laborales cuando en medio del estrés o con un cumulo de pendientes se aparece para darte mas y encima hechar en cara que lo hecho esta mal!
Si, los jefes, ese es su trabajo y como el ciclo de la vida, existe el ciclo de la jerarquía donde el dueño del negocio o empresa empezara a dirigir a los los jefes y estos a sus encargados y así la cadena desciende hasta llegar al punto donde se cruza en la mente la idea de expresar todo lo que se piensa de esa persona que en vez de ser un líder, se convierte en la imagen bizarra y duplicada de nuestros padres cuando éramos adolescentes o nuestros maestros cuando éramos niños.
A unas semanas de terminar el verano, uno especializado en comedias para adultos, me atrevería a decir que esta es la mejor comedia, por su originalidad así como excelente casting y aunque carezca de profundizar en los personajes y las situaciones aveces caen en lo inverosímil y tonto, realmente nos hace pensar y disfrutar esa fantasía de poder hacer algo al respecto, contra esas personas que nos hacen los días miserables en nuestro trabajo.
Tres amigos coinciden en contar con jefes que de alguna manera les hacen la vida miserable, dentro y fuera del trabajo, por lo que deciden matar a sus jefes pero para no hacer un trabajo limpio, cada uno matara al jefe del otro, por lo cual, las cosas se complicaran y realmente nos adentraremos por dos horas esperando que este trío de chiflados logre su cometido, así que ya saben, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia....
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