viernes, 12 de octubre de 2012

La ficción en la realidad de ARGO

Cuando hablamos de política, generalmente nos conlleva a dilemas y debates por diferencia de opiniones, y si aunado a eso agregamos que hablar de política acerca de un país como los Estados Unidos de America, generaría mas controversia dependiendo del país que emitiera la opinión.

En la cinta Argo (2012), vemos el caso de este país y su relación política con Iran, en el medio oriente, durante la década de los 70's, y donde tras un mal entendido político, la población se torna en contra de este país acusandolo de complot contra su gobierno por lo cual estalla una rebelión contra la embajada, tomando como rehenes a todos sus empleados, pero no a 5 de ellos que logran escapar y refugiarse en la casa del embajador Canadiense.

Dadas las circunstancias, la unica opción para rescatarlos del país antes de que los revolucionarios identifiquen su paradero e identidad es la idea de ir como un grupo canadiense en busca de locaciones para filmar una película de ciencia ficción.

Así, un hombre es encargado de hacer realidad esta idea, organizando todo lo necesario para hacer de una película falsa una realidad, y el titulo de la cinta es: ARGO.

La intención no es analizar esta cinta, o caso en concreto, sino ver el trasfondo de ella, como la situación que desemboca todo este embrollo politico. Es cierto que muchas veces juzgamos por lo que se nos presenta en las noticias, las cuales generalmente están orilladas a manipularnos de alguna manera, mas la realidad suele ser diferente, o aveces cargamos con el estigma puesto por alguna otra acción y por ende, lo cargaremos el resto de nuestros días o hasta que alguna nueva víctima se cruce para cargar nuestra cruz.

Y también, cabe mencionar que siempre es interesante ver mas allá de las lineas, no todo es blanco o negro, ni todos somos buenos o malos, siempre hay un tono gris en nosotros que nos define y no podemos ser juzgados en general o por nuestro antecedente familiar, social, cultural.

Existen países, familias, conservadoras, abiertas, y con políticas un tanto fuertes que buscan inmiscuirse en los negocios de los demás (cuantos vecinos no vemos tratando de inmiscuirse en nuestra vida diaria), mas esto no implica que todos sus habitantes o miembros, comulguen con la misma ideología.

Siempre hay alguna realidad en la ficción y viceversa, por ello lo mejor es darse la oportunidad de conocer, vivir por experiencia para juzgar siempre y cuando se tenga que hacerlo pues a final de cuentas quien somos cada uno para juzgar a los demás si en nada nos afecta, mejor enfocarse en ver que estamos haciendo con uno mismo, eso si es una realidad.


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