"The Walk" (2015), es la historia de un singular joven francés, Philippe Petit, quien como todo niño, tras presenciar un acto circense queda asombrado e impactado por la hazaña de sus interpretes que decide intentarlo por si mismo. Pero a diferencia de muchos que con el tiempo, crecen y lo superan, Philippe se apasiona mas con la idea de ser un caminante de la cuerda floja, por lo cual crece practicando cual gimnasta, toda habilidad y técnica necesaria para ser el mejor en ello. Lo cual lo lleva a cruzarse con singulares personajes que lo ayudaran en esta búsqueda y lucha personal por desarrollar lo que mas le apasiona y que fuera de ser solo un acto en un circo, el pretende llevarlo a cabo hasta convertirlo en un arte y maravillar a la gente con ello de la misma manera que paso con el.

Desgraciadamente, por tratar de hacer al protagonista agradable y accesible a la audiencia y sus motivos luzcan mas un acto de pasión que un capricho en busca del arte personal y redención, hay momentos que caen en lo caricaturesco, volviéndose enfadoso el tener que escuchar la narración del protagonista de los hechos de su vida como si estuviéramos leyendo un libro para niños. A su rescate tenemos el grupo de personajes secundarios quienes representan todas aquellas dudas y sentimientos que en algún momento como espectadores vienen a la mente. Donde esta la vida mas allá de su pasión por el arte? Hay cabida para mayores emociones y sentimientos que aquella adrenalina por esta fascinante idea? Como cualquier artista hasta donde se justifica su vision contra la perspectiva del resto del mundo? Cuanto cena la obsesión ante la pasión y amor?
Y llegamos a la segunda parte, donde ahora la cinta se convierte en estilo de cinta de roba bancos, donde todo gira en torno a la planeación y ejecutaron del robo, que aquí se transfiere en la ilegalidad de colgar un cable y todo el equipo necesario para soportarlo durante los minutos necesarios para que un hombre camine a través de el y cruce de una torre a otra. Toda esta planeación se reflejara y creara secuelas en los involucrados, especialmente en los miedos y obstinación del protagonista por lugar su cometido, y como todos sabemos, el momento llega, y nuestro protagonista logra su cometido, no como un héroe que salvo al mundo o descifro una nueva formula, sino como un mortal que logra su meta, alcanza un sueño y nos da con bofetada de guante blanco una lección de cuan factible es alcanzar lo que nos proponemos cuando se trabaja arduamente por lograrlo.

La representación de las famosas torres, a sus casi 15 años de caídas, lucen en su máximo esplendor y adornan la ciudad de Nueva York, como lo hicieron desde su primer día, y como su ultimo cuadro de la cinta, el verdadero homenaje de tal acto y de dicha historia no es al artista sino a la musa, dos torres de concreto que se sienten aun vivas y presentes y que despiertan al asombro de aquellos que no tuvieron la oportunidad de conocerlas, como la nostalgia de aquellos que vivieron atreves de ellas. Así la pintura se convierte en una ofrenda al cuadro para poder apreciar el arte detrás del artista y al momento la cinta pinta para fracaso al ser esta una ofensa al patriotismo americano que se siente burlado por la falta de respeto a su obra por un foráneo que rompió sus reglas y leyes para hacer de su tierra su campo de juego, no así la oportunidad de presenciar este acto en tercera dimension vale la pena de tan caro boleto cuando para muchos fue una oportunidad gratuita en plena calle, otra gran metáfora en esta caminata de vida y desafíos. Y tu que tan alto o lejos estas dispuesto a llegar por esa meta o lograr lo que creías imposible?
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