
Aqui el pero se remonta a la producción, ya que mientras el libro nos traslada a este nuevo país, en el futuro no lejano, la cinta se ve corta ante el presupuesto de efectos especiales baratos para reflejar dicho escenario.
La historia nos remonta a Panem, el nuevo país donde antes existía E.U.A, tras una guerra civil, la civilización se ha levantado y reorganizado en 13 distritos, sin embargo, se realiza un evento llamado "los juegos del hambre" donde cada distrito otorga 2 tributos, un hombre y una mujer, en el cual, lucharan contra los otros competidores a muerte para lograr ser el único sobreviviente.

Aunque la novela esta dirigida a un publico adolescente o "jóvenes adultos", como se les denomina ahora, la novela toca tintes políticos interesantes y reflexivos, como el poder y alcance del capitalismo (irónicamente al gobierno se le denomina "El Capitolio"), sin embargo al remontarnos al juego, la escritora, toca muy sutilmente las muertes, evitando sonar sangriento, sin embargo, cualquiera que quisiera ponerse en esos zapatos, podría imaginarse un sin fin de hazañas sangrientas para sobrevivir.
Y por supuesto, no podía faltar el romance, el cual nuevamente se presenta en triángulo amoroso, lo cual empieza a sonar recurrente y cliché para cualquier historia con una protagonista femenina.
Sin embargo aquí, a diferencia de otras novelas similares, este no es el tema central y tampoco se ahonda demasiado en el, lo cual resulta refrescante al sentirse solo como un avance de lo que podría pasar entre estos personajes y como va evolucionando su sentir conforme se desarrolla la historia, desgraciadamente, no evita clichés como el que la damisela en cuestión, antes de estas circunstancias, no mostraba ningún interés por ser cortejada por algún hombre y ahora lo es, y por partida doble, y casualmente, ambos prospectos, son diferentes uno del otro, mas ambos comparten atractivo y caballería por la protagonista.
En resumen, una novela refrescante, tensionate y adictiva con subtramas que dan para la reflexión y la platica de cafe, y en consecuencia una cinta, que le es fiel a su material de origen y la revitaliza con las herramientas cinematográficas de las que carece la novela, sin embargo, el libro siempre contara con la única y original mente del lector para crear ese mundo a su conveniencia. Ambas, un obligado para cualquier lector, cinefilo y viviente del siglo XXI.
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