viernes, 7 de marzo de 2014

The broken soul of....PHILOMENA

En esta ocasión vamos a retomar el tema de la religión del cual partimos la ultima vez, y es que casualmente después de haber visto la cinta en cuestión, no puede encajar mejor el continuar explorando el tema de la fe y su influencia en nuestra cultura y en muchas vidas.

Esto es "Philomena" (2013), la historia de una mujer que es abandonada en un convento al cuidado del grupo de monjas que lo habitan. Cuando ella, una adolescente, conoce a un joven, que viendo su timidez, la seduce y terminan teniendo un encuentro sexual que la deja embarazada. Obviamente su acto pecaminoso es sujeto de criticas y castigos por parte de las monjas. Tan así, que los niños son puestos en adopcion alejandonos de sus madres que trabajan para mantenerlos.

Así, nuestra protagonista, vive con el constante remordimiento de haber sido separada de su hijo y ahora en sus años seniles añora el poder conocerlo y encontrar paz sabiendo que tuvo una buena vida. Para ello, con la ayuda de un reportero que ve en su historia la oportunidad de hacer un regreso a su carrera, empiezan a la caza de pistas para encontrar al hijo, que ahora deberia ser un hombre de 50 años.

En esta jornada, el escéptico reportero, se enfrenta a una diferente visión de la vida, mediante los ojos de esta mujer, que ha sido sujeta de abusos, abandonos, marginaciones, engaños y mas, sin embargo, no muestra mas que compasión, alegría, serenidad, sin juicios y capacidad de perdonar sin rencor o ira.

Cuantas veces no sentimos esa necesidad de gritar a alguien cuando descubrimos que nos han mentido, tratado de usarnos o sacar ventaja, inclusive muchas veces deseamos encontrar la manera de vengarnos. Pero cuando se trabaja en la paz interna y la fe que uno tiene en las cosas, se es capaz de perdonar, de tomar las cosas como un signo de que sucede por alguna razón, etc.

Muchos encuentran esta paz en su religión, otros en actividades recreativas o de meditación, mas la formula varia de persona a persona, pero la clave es encontrar la capacidad de cultivar esa semilla en nosotros mismos y trabajar día a día en ella, como ir al gimnasio y ejercitar nuestro cuerpo.

Desgraciadamente, esto era el objetivo de lo que ahora llamamos religión, y se ha ido modificando convirtiendo muchas ideologías en hechos, y tratando temas reales y cotidianos como la sexualidad, que es parte de la naturaleza humana,  se estipulo como un pecado que de cometerse debe ser castigado, como parte de un control hacia la sociedad por medio de mentes mas conservadores incapaces de tolerarlo y educarlo, convirtiendolo en algo prohibido.

A lo largo de la historia, estos pecados han sido objetos de masacres, guerras, y abusos como el de Philomena, que siendo objeto de sus emociones como adolescente, tuvo que pagar un precio para el resto de su vida, y entonces la pregunta es cual fue el verdadero error aquí?

Si vamos a juzgar a otros porque no empezar por nosotros mismos, o si somos capaces de cultivar nuestra mente y cuerpo porque no trabajar en nuestra alma para ser capaces de perdonar, vivir con paz interior, sin ira ni rencores, abriendo nuestra mente para aceptar lo que la vida nos presenta. Ya es tiempo de abrir nuestra mente para poder delinear lo que es correcto como acto humano y que no, es tiempo de cambiar imposiciones por acuerdos y entender que entre lo bueno y lo malo hay un gran trecho difícil de clasificar y no siempre es justo tratar de hacerlo ya que en el intento se puede afectar la vida de otros y si la mayor enseñanza es amar al prójimo, e juzgarlo por sus actos, castigarlo por tener una ideología diferente o tomar decisiones que afecten la vida de otros suena muy alejado a ello, así que  como es tiempo de sacudirnos el polvo de lo que otros seres humanos nos han impuesto y realmente enfocarnos en lo que cualquier fe profesa y luchar día a día por ser una mejor persona que inspire a otros a hacer el bien.

Y para aquellos que después de tengan dudas sobre la posibilidad de que esto suceda, vean Philomena, una cinta basada en una historia y una persona real y tal vez logre inspirarlos mas que cientos de sermones.

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