También se dice por ahí, que hablar de política y religión es un tema de nunca acabar, y que traerá controversia y diversas opiniones, por lo cual no hablaremos de temas políticos, sino de procesos electorales.
En lo personal, el proceso electoral y campaña política en los USA me era totalmente ajeno, y curiosamente esta comedio, me dio una visión de lo que consiste y sobre todo de hilos que se tejen detrás de ello, los cuales, para mi sorpresa, no resultan tan alejados de los que en mi país u otros países de America, al menos, se vive.
Elegir un candidato: debe haber dos contendientes, que representen los dos partidos políticos, el republicano y el democrata. En la cinta el republicano es representado por alguien con una visión conservadora de la tradicional norteamericano, el sueño americano, la lucha con las armas, las guerras, el espionaje, las grandes empresas, negocios trasnacionales, etc. y cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia, y resulta cómico como utilizan estos perfiles para representar la batalla entre ambos candidatos.
El Demócrata, es elegido por dedazo, ósea, el hijo del sobrino del compadre de un fuerte empresario que tiene algún interés económico y necesita el respaldo político para llevarlo acabo, y el perfil es un político mas liberal, buscando la igualdad social, ecológica, negocios redituables, y la caricaturizarcion de este perfil en su candidato es hilarante.
La guerra comienza con debates políticos donde se busca mostrar la "ropa sucia" de cada candidato, traer al presente los errores del pasado así como glorificar las hazañas logradas, para que los votantes tomen una mejor decisión.
Sin embargo, al empezar a escasear las herramientas, los dirigentes de campaña empiezan a empujar y presionar para ser mas rudos en sus actos, ocasionando los mejores momentos cómicos de la cinta donde el espionaje, la guerra, la batalla, el chantaje, la manipulación, cobra un nuevo sentido, y es impresionante como haciendo burla de todo esto, se logra mostrar una realidad tan cómica como real y aunque los dos candidatos parecieran una caricatura de cualquier comedia, su semejanza y humanidad es tangible, son humanos, que lloran, que ríen, que caen ante las tentaciones del poder, cuyas promesas vienen respaldadas por poderosos empresarios o políticos de antaño. Nada mejor que tomarse en serio una carcajada para reflexionar sobre nuestros dirigentes y las acciones que se están llevando acabo tras bambalinas.
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