Cuantas veces volteamos a nuestro alrededor tratando de entender el porque actuamos o decimos las cosas de cierta manera o peor aun, tratamos de entender a los demás por sus actos o ideas pero hay algo que simplemente no encaja o hace sentido.
Cuando queremos a alguien, lo aceptamos con sus defectos y virtudes pero cuando la convivencia se vuelve difícil y tratamos de hacer algo o ayudar, o ayudarnos, simplemente ese cariño no es suficiente o parece imposible mantenerlo, y empezamos a alejarnos o poner barreras.
Pero es posible alejarse por completo de la familia?, Aquellos que han sido parte de nuestra vida. Con quienes crecimos y compartimos lazos mas allá de un cariño pero que no hemos escogido, simplemente son aquellos que la vida nos puso en sus manos.
Tal vez habrá distancia de por medio, pero en realidad nos alejamos de ellos? La respuesta es muy simple: no. Ellos irán con nosotros por el simple hecho de que son parte de nosotros mismos, Respondiendo las interrogantes del inicio, es por ello que aveces cuesta trabajo entender nuestras propias acciones y es que en realidad no son propias, sino adoptadas. Al haber crecido en cierto entorno y criados bajo ciertas normas e ideologías, nuestro inconsciente las absorbe como patrones que inconscientemente detonaremos en el momento propicio.
Por ello, cuando alguien empieza a involucrarse sentimentalmente con otra persona, el mejor consejo es conocer a su familia, y ahí se encontraran las respuestas a esas interrogantes sobre el porque de ciertas conductas o costumbres.
La familia nos define y generalmente lo que mas rechazamos de ella es precisamente lo que mas imitamos y por ende queremos zafarnos de ello. Para bien o mal, nuestros patrones de conducta al socializar, ideas de amor, expresiones de sentimientos, costumbres, mañas, autoestima se forman por el alimento que nos da esa convivencia diaria con esas personas que fueron destinadas a compartir con nosotros vínculos sanguíneos y a quienes amaremos y odiemos por el simple hecho de ser familia y hagamos lo sea, no podemos negarlos como parte de nuestra vida, aunque haya distancia de por medio .
Así, la película "August: Osage County", (2013), que debe su titulo al condado donde la historia se desarrolla, y basada en la obra de teatro homónima, se centra en la reunión de una familia ante la desaparición del patriarca de la misma. Como buen drama familiar la cinta se enfoca en esos momentos donde una solo quiere hechar en cara a sus padres todo aquello que no han criticado de ellos y que ahora estamos imitando inconscientemente.
Esta familia la conforma, una madre amargada por una difícil infancia y que se ha encargado de impregnar en sus tres hijas, las cuales por ende, ante el maltrato psicológico de un matriarcado han crecido con sus deficiencias: la mayor enfrentando un divorcio de un buen hombre que ha hecho todo por entenderla hasta que un affair detona la bomba de la separación, siendo la hija quien esta sufriendo la misma historia de la madre, como un ciclo. La hermana intermedia, es una mujer que ha huido en busca de una vida idílica, relacionandose con los hombres incorrectos que le ofrecen un amor disfrazado de mero sexo, debido a que eso es lo que ella inconscientemente vende. Y la mas pequeña, es una mujer tímida, incapaz de relacionarse socialmente por lo cual acaba enamorándose de su primo, el hijo de la hermana de su madre, quien sufre el mismo mal de baja autoestima al ser criado por una mujer que lo ve a menos y no encuentra una sola palabra alentadora para el joven.
Como todos sabemos, cuando las familias se reúnen, después de los cinco minutos de alegría por el reencuentro y cuanto las personalidades se ponen a flote, empieza la remembranza del porque los queremos, por que no, porque nos alejamos de ellos, porque somos así o porque los queremos tanto. unidos por tantas experiencias en común que aveces lucen como cicatrices, otras como aventuras secretas.
Obviamente habrá una lucha de caracteres y con la intención de buscar el bien común o la armonía se buscara compartir anécdotas, crear risas, o ayudar al que no desea ser ayudado, y es donde el drama familiar empieza, las risas se tornan en gritos, los abrazos en manoteos, y la añoranza en lagrimas, pero es esos momentos donde entendemos el porque somos quienes somos ahora y de donde provienen tantas cosas que nos cuestionamos y auto criticamos y donde en vez de buscar implementar nuestra ideología, nos conformamos con quererlos y aceptarlos como son, sea teniéndolos cerca o poniendo distancia para que ambos puedan moverse y sacar sus vidas adelante, sin embargo, la familia se lleva n la sangre y estada siempre con nosotros en las buenas y malas, para bien o para mal, nos guste o no.
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