viernes, 12 de septiembre de 2014

Piensa fuera de la caja, no seas cuadrado!.....THE BOXTROLLS

Nuevamente la animación se pone por encima en la cinematografía con historias novedosas y a su vez profundas, que otorgan a sus personajes mas dimensiones de las que su naturaleza proyecta. El pequeño estudio de animación de cuadro por cuadro LAIKA, o como lo conocíamos en tierras aztecas, muñecos de plastilina, sorprende con su cuarta entrega, en otra historia para niños, pero con su peculiar tono mas obscuro nos presenta una nueva historia que se aleja de los tonos pastel de la casa PIXAR o las caricaturas de DREAMWORKS.

En un poblado que nos recuerda a las sociedades de antaño donde la educación y los modales importaban mas que el apellido, pero que no alejado de lo que vivimos estos días, están mas enfocados en sus clases sociales, que les permitan asistir a eventos privados y poseer artículos únicos, existen unos peculiares seres que se aparecen de noche para curiosear con la basura y objetos que abundan en este poblado.

Por tratarse de seres desconocidos y noctámbulos, se han creado historias alrededor de ellos que los alejan de ser una especie de roedores y los acercan mas a una especie de monstruos que aterrorizan a la comunidad, por ello un hombre que busca ascender en la escala social aprovecha la oportunidad para servir de exterminador de estos seres y a su vez lograr su propósito de codearse con la alta sociedad y poder asistir a las tan exclusivas pruebas de queso, a pesar de ser alérgico a este.

Con esta premisa, somos sumergidos a "The Boxtrolls" (2014), un mundo donde nada es lo que parece y donde podemos ver reflejos de lo ignorante y superflua que puede ser la sociedad al darle un falo mayor a objetos como el dinero y el estatus social (que muchas veces equivale al apellido de la familia) en vez de lo que realmente importa como el ocuparse por ser un buen padre de familia o atender las necesidades comunitarias en vez de servir eventos que la distraigan de las mismas.

En muchas oras historias hemos visto el proceso de empatizar con lo desconocido, cuando tendemos a juzgar a otros por ser diferentes hasta que encontramos alguna similitud que nos permita relacionarnos con ellos, por ello esta linea de la historia no sorprende y se vuelve un punto en contra en la historia, mas sale bien librada al ser bien manejada mediante la ambientación de estos peculiares seres que deben su nombre al hecho de vivir siempre en cajas de carton a una manera de caparazón que los proteja, como caracoles o tortugas, cuando se ven atacados y en vez de defenderse, solo se protegen. Y es que aunque no visible, todos andamos en la vida con una caja puesta que nos protege de todas aquellas telarañas que vamos creando con el tiempo y que al exponernos en la intemperie tenemos que cubrir para sobrevivir sin ser expuestos por otros a ellas.

Así mismo, la idea o mensaje de esta fábula, va mas allá del infantil, que permite mostrar a los pequeños que en la vida no hay nada como ser uno mismo y aceptarse tal cual, pues hay cosas que no podremos cambiar y por mucho que luchemos ni el dinero puede cambiarlas, mas eso no nos hace menos, o débiles, sino lo contrario, es mas valioso pues nos permitirá vernos como somos y servir como ejemplo para otros.

Mientras que para los adultos, gozaran del humor sofisticado, muy al estilo británico que burlándose de esa intención por lucir educado escondiendo nuestra verdadera falta de cultura al cegarnos ante lo que importa y darle un mayor valor a lo material, perdiendo la oportunidad de crear esa conexión con sus hijos y los demás mas allá de lo superfluo, pues no hay mejor recompensa que el ver un poco de uno mismo en los otros y especialmente si son fruto de nuestra propia creación y si son ellos quienes nos dan una lección es tiempo de dejar de ser cuadrado y descubrir que aveces los verdaderos monstruos somos nosotros mismos.





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