viernes, 5 de septiembre de 2014

STARRED UP....El protagonismo de nuestra prisión interna

El 80% de las personas vive su vida oscilando en un pequeño circulo integrado por su familia, amigos, colegas, amantes, que ya sea van variando o son aquellas mismas personas con las que se creció o se creo un lazo que brinda cierta estabilidad y permite sobrevivir dando vueltas en circulo en ese pequeño mundo que se convierte en un todo y que se convierte en el centro de nuestros problemas y satisfacciones, haciéndonos ignorar u olvidar cuan vasto y diferente se es fuera de este.

Si quisieras trasladar este micro cosmos para ejemplificar su mecanismo, efectos y movimientos, creamos una metáfora que bien se podría trasladar en muchas instituciones. Esto es "STARRED UP" (2014), una pequeña joya británica que tuvo un corrida comercial muy limitada pero que amerita un efecto de boca en boca para apreciar un verdadero ejercicio fílmico que para aquellos en busca de historias impactantes y reales, se convierte en una apuesta segura.


Eric (interpretado por el joven actor Jack O'Conoll en una actuación prometedoramente brillante y que nos garantiza veremos mas sobre el) es joven perturbado y con graves problemas de temperamento tras haber sido forzado a crecer de manera independiente, como un huérfano, sin sentido de pertenencia o identificación, que solo complican su auto aceptación e identificación como individuo. Esto debido a la muerte de su madre y el hecho de que su padre ha estado preso la mayoría del tiempo. Por ello no era de esperarse que su pequeño retoño siguiera los mismos pasos y acabase en la misma cárcel que su padre, sorpresivamente siendo este quien le he heredado ese gen de ira y falta de paciencia y autocontrol, lo cual es parte de la herencia de nuestros progenitores, no solo se obtiene aquello que admiramos y disfrutamos de ellos, también aquello que mas rechazamos y hasta detestamos, por el simple hecho de vernos reflejados en ellos, por lo cual no es sorpresa que cuando descubrimos estas similitudes no podemos sino aceptarlas como parte de esa herencia y como parte de nosotros mismos y aprender a manejarlo.

Mas esto no es una reunión familiar, sino una reacción química, donde el padre buscara la redención de su ausencia y el daño causado a su hijo mientras trata de asumir su rol como patriarca, sin percatarse de lo poco que conoce tanto de si mismo, de su rol como padre así como del hombre en que se ha convertido su hijo, quien a pesar de querer entenderlo no puede sino rechazarlo y sentirlo como parte ajena de su vida, a la cual guarda mas que rencor y dolor, que amor y relación. La familia es nuestra instuticion primaria, aquella que nos brindara las bases para crecer y formarnos como adultos, por lo que al carecer de ella y haberse criado mediante parches ajenos encontrados en el exterior, no tendremos sino un collage de sentimientos e ideas que no nos definen pero que nos permiten funcionar como individuos y así cuando podemos tocar de alguna manera ese lazo familiar o sanguíneo, empezaremos a descubrir facetas nuevas en nosotros mismos que abrazaremos o rechazaremos para crear los lazos externos con aquellos en quienes nos identificamos mejor pero que en esencia nos definen mas que nuestros propios genes.

Todo esto suena mas a una telenovela que a una cinta de bandidos, presos y policias. Mas traducido en imágenes, veremos como el sistema buscara rehabilitar al joven que aun tiene la esperanza de encaminar su vida con la guía, ayuda y paciencia necesaria que todo adolescente requiere, y sobre todo controlando la volatilidad que la presencia de su padre implica. Otro factor que todo adolescente identifica. Mientras que por otro lado el sistema carcelario no es mas que un micro organismo de corrupción donde aun existen las jerarquías y corrupción, y donde para sobrevivir se deben seguir ciertas reglas y tener las conexiones necesarias para recibir la ayuda necesaria, tal como cualquier institución en el exterior. Y si el hecho de que aquellos policías, servidores públicos que supuestamente están para hacernos sentir seguros y a salvo, son aveces de quien mas debemos temer, también es algo que cualquiera puede sentirse identificado.

Todos estos hilos se entretejen para mostrarnos como al final de cuentas, cuando se desarrolla uno rodeado de ciertas personas que nos apoyan y escuchan, se crean lazos afectivos, así mismo, siempre habrá quienes buscan hacernos algún daño o se sienten agredidos por nuestra presencia que buscaran de alguna manera lastimarnos lo que crea fricciones y drama, siendo la familia el principal apoyo y a su vez la mayor presión, ya que busca guiarnos por todo esto mas por la obligación que por conocernos y entendernos. Nuestro joven protagonista enfrentara una lucha por identificarse y conocerse ante ese cumulo de emociones que brotan de manera temperamental ocasionado agresiones en otros pero que al ingresar en un grupo que a manera de terapia lo ayuda a encausar esas emociones y conocerlas para hacerlas palpables es que finalmente podrá enfrentar sus fantasmas por la imagen y presencia de su padre así como enfrentar su circunstancia como un preso en una institución que buscara marginarlo y sacar provecho de sus habilidades callejeras para las actividades ilegales dentro de la misma y que lo hundirán mas en ese ya profundo hoyo.

Todo esto sucede en un pequeño circulo por lo cual obligaciones y responsabilidades se codean con peligros y satisfacciones, amores y rencores, risas y lagrimas, y mientras oscilamos en este circulo, que nos bombardea con todo ello y nuestra mente trata de asimilarlo, a su vez tenemos que manejar el conocernos, aceptarnos y crear una piel mas fuerte que nos proteja de todo ello, haciendo a un lado las expectativas que se tienen de uno, para mantener nuestra esencia y no perdernos cual si estuviéramos en ambiente externo mas grande y abierto, por ello cuando logramos salir y romper este circulo que a veces sobre gira su capacidad, nos brindara una mejor expectativa y nos permitirá replantear nuestra posición y abrir nuestra mente para darnos cuenta cuan sumergidos estábamos en un barril sin fondo que nos impedía tener perspectiva de las cosas fuera de sistema, o como muchos llaman en estos días a cualquier institución penitenciaria, lograr una rehabilitación de nuestra vida, tras un mal comienza o un desvió en el camino.


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